El 47% de los convivientes con personas con psoriasis tienen ansiedad
El estudio Quality of life in persons living with psoriasis patients, publicado en la revista de la Academia Americana de Dermatología, ha puesto de manifiesto que los efectos psicológicos de la psoriasis llegan también a los convivientes.
Los resultados de esta investigación señalan que el 47% de los convivientes con personas con psoriasis sufrían síntomas compatibles de trastorno de ansiedad. Además, el 57% de ellos/as sufrían un deterioro entre moderado y grave de su calidad de vida debido a las dificultades asociadas a la psoriasis.
El estudio fue realizado por los doctores Salvador Arias (director de campañas de la Fundación Piel Sana de la AEDV), Agustín Buendía y Eliseo Martínez (Coordinador del Grupo de Epidemiología y Promoción de la salud de la AEDV). Sus conclusiones ponen de manifiesto que el impacto de la psoriasis sobre el bienestar psicológico y la calidad de vida de los pacientes se extiende más allá, afectando también a las personas que conviven con ellos/as.
Los convivientes con personas con psoriasis participan a menudo de forma activa en los tratamientos de los pacientes. Bien sea ayudándoles, por ejemplo, a aplicar las cremas sobre las lesiones cutáneas o a administrar tratamientos inyectables. En muchos casos también acompañan a los pacientes en sus desplazamientos a la consulta médica y actúan como consejeros de los pacientes a la hora de tomar decisiones sobre su tratamiento.
El día a día de un hogar también pueden verse afectado por la enfermedad. Sobre todo en los casos más graves, en los que la descamación puede hacer necesario lavar la ropa o pasar el aspirador con mayor frecuencia.
Es precisamente por todo esto, por lo que los especialistas advierten que las respuestas y soluciones ofrecidas a estos pacientes y sus convivientes han de ser completas y exhaustivas. Han de ser informados sobre el proceso de la psoriasis y su tratamiento y pronóstico.
En pacientes con psoriasis grave, o en aquellos en los que presentan un grave impacto de la enfermedad sobre su salud psicológica o su calidad de vida, se recomienda que sus convivientes y/o parejas acudan a consulta para valorar su situación emocional y ofrecerles el debido apoyo.