¿Tienes manchas blancas en la piel y quieres hacerte un tatuaje?
Algunas personas con manchas blancas en la piel recurren a los tatuajes para disimularlas. Los dermatólogos advierten que si el origen de las manchas es el vitíligo esta práctica está totalmente desaconsejada.
Este mes, el 17 de julio, se celebra el Día Internacional del Tatuaje y hemos querido recordar el impacto de los tatuajes para las personas con manchas blancas en la piel provocadas por el vitíligo.
Los dermatólogos insisten en que si tienes vitíligo, hacerte un tatuaje no es una buena idea. Hay que recordar, que cualquier trauma o daño en la piel, como la punción de la aguja al tatuar, puede empeorar el pronóstico de la enfermedad.
De hecho, según el «fenómeno isomórfico de Koebner», las personas con vitíligo pueden manifestar lesiones propias de la enfermedad en otras lesiones que se produzcan sobre la piel sana. Y entre esas lesiones figuran, evidentemente, las punciones mediante las cuales se tatúa la piel.
Las manchas blancas en la piel del vitíligo suelen expandirse. Por ello, si hacemos un tatuaje con el objetivo de disimularlas, puede suceder que la mancha exceda el tamaño del tatuaje mostrando un anillo blanco alrededor del tatuaje.
Otro factor a tener en cuenta es que los tatuajes suelen degradarse con el tiempo y que el tono de nuestra piel cambia en función del bronceado. En ambos casos si el objetivo del tatuaje es disimular las manchas, esto resulta bastante complicado.
Si tienes vitíligo, es recomendable que consultes a tu dermatólogo/a antes de realizarse un tatuaje. Existen distintas alternativas para disimular las zonas despigmentadas. Puedes ampliar la información en este enlace.
Tatuajes desaconsejados en otras enfermedades de la piel
Además de en el caso de vitíligo, hacerse un tatuaje estaría desaconsejado también para personas con otras patologías, como la diabetes (por el riesgo de infección).
Otro caso en el que podría ser contraproducente hacerse un tatuaje en es presencia de varices, cicatrices, quemaduras o lunares. En este último supuesto, su presencia podría dificultar el diagnóstico de melanomas u otras enfermedades de la piel.