Acné estival, qué es y cómo tratarlo
La radiación solar tiene ventajas e inconvenientes para las pieles con tendencia acnéica. En el caso del acné estival, el sol, combinado con el uso de cremas de protección solar inadecuadas y una higiene deficiente, es el principal detonante de los brotes.
El acné estival suele manifestarse tras la exposición solar, a las 12-24 horas. Es entonces cuando aparecen múltiples granitos en todas las zonas expuestas, especialmente en el interior de los brazos y en el torax, y ocasionalmente en la cara. Es más frecuente en mujeres, de entre 25 y 40 años y puede llegar a producir erupción con picores y zonas abultadas, enrojecimiento de la piel, ampollas y pústulas.
Hay que tener en cuenta que la radiación solar tiene una doble repercusión para las pieles con acné.
- Por una parte, el sol ejerce una acción antiinflamatoria y antibacteriana, ayudando a secar los granos.
- Por otra, hace que la piel se vuelva más gruesa, haciendo que los poros se obstruyan por la acción del sudor y por el uso continuado de cremas de protección solar que, en muchas ocasiones, no están recomendadas para pieles con acné, es decir, no son no comedogénicas.
Para compensar la obstrucción de los poros, se recomienda reforzar la higiene, limpiando la piel mañana y noche con jabones específicos para pieles grasas o con tendencia acnéica. Puedes usar el Gel purificante Acnidul, con tomillo, té verde y caléndula, formulado específicamente para pieles con acné.
También es importante usar cremas de protección solar oil free, con un filtro de protección tanto para los rayos ultravioleta como frente a los rayos UVA.
En verano, al igual que el resto del año, no hay que tocarse los granos. Si luego tomas el sol las cicatrices del acné pueden llegar a pigmentarse, haciendo que sean más visibles.
Acné estival y salitre
A pesar de que el agua del mar puede ser beneficiosa para las pieles con tendencia acnéica, por sus propiedades antisépticas, exfoliantes y astringentes, también puede irritarlas.
Por ello se recomienda darse una ducha después de bañarse en el mar, secarse la piel con suaves toques y aplicar nuevamente la protección solar.