Vitíligo causas y tipos
El vitíligo es una enfermedad que se caracteriza por la aparición de manchas blancas en la piel. Muchas de estas manchas suelen localizarse en la cara y en las manos y responden a la despigmentación de la piel por la falta de melanina.
El vitiligo causas y tipos es muy importante para determinar el tratamiento más adecuado. Se trata de una enfermedad de tipo autoinmune, en la que es el propio sistema inmunitario el que ataca a los melanocitos, responsables de la producción de melanina.
La enfermedad evoluciona de forma diferente en cada caso, pudiendo combinar ciclos activos, en los que se produce una rápida despigmentación, con otros de estabilidad, en los que ésta se detiene.
Vitiligo causas que lo producen
El 30% de los casos de aparición de vitiligo tienen origen hereditario y, en el resto, se estudia su relación con factores externos que actúan como detonantes (estrés, traumatismos, quemaduras…).
Los especialistas insisten, eso sí, en que lo que se hereda no es el vitíligo en sí mismo, sino la predisposición a desarrollarlo.
En ningún caso se trata de una enfermedad contagiosa, ni por contacto directo, ni por ninguna otra vía.
Vitíligo tipos y tratamiento
El tamaño y localización de las manchas es lo que determina el tipo de vitíligo. El más frecuente es el generalizado, en el que las manchas se extienden por todo el cuerpo, normalmente de forma simétrica. Las manchas aparecen sobre todo en las articulaciones de los dedos de las manos, codos y rodillas. También pueden disponerse alrededor de orificios (ojos, nariz, boca, orejas y ano).
Otro tipo de vitíligo frecuente es el focal. Se caracteriza por la aparición de manchas blancas pequeñas y aisladas en cualquier parte del cuerpo.
Otros tipos son el segmentario (manchas unilaterales que siguen una distribución concreta) y el universal, en el que casi toda la piel está despigmentada.
Independientemente del tipo de vitíligo y su origen, el tratamiento suele ser largo y está dirigido a deterner la expansión de las manchas y repigmentar las existentes.
Se necesitan al menos de 6 a 24 meses para obtener resultados y los tratamientos más efectivos suelen combinar fototerapia con tratamientos tópicos para estimular la producción de melanina.
Podéis ampliar la información sobre las diferentes alternativas terapéuticas en este artículo de nuestro blog.