Sueño y enfermedades de la piel
Esta semana se celebra el Día Mundial del Sueño y hemos querido destacar la importancia del descanso adecuado para las enfermedades de la piel.
Esta semana se celebra el Día Mundial del Sueño y hemos querido destacar la importancia del descanso adecuado para las enfermedades de la piel.
La psicodermatología, como su propio nombre indica, es una disciplina que combina la dermatología y la psicología en el tratamiento de las enfermedades de la piel. Esta semana se ha celebrado el Día Europeo de la Depresión y por ello analizamos la relación entre los episodios depresivos y enfermedades como vitíligo, psoriasis y acné.
Las comidas interminables y ricas en grasas, el mayor consumo de alcohol y tabaco, la falta de sueño… Son muchas las razones por las que las Navidades pueden pasar factura a nuestra piel, sobre todo en el caso de enfermedades de la piel como psoriasis, dermatitis o vitíligo, entre otras.
En otoño los brotes de acné se multiplican, dando lugar a lo que ya es conocido como el acné otoñal. Son mucho los factores que lo provocan: el estrés asociado a la vuelta a las rutinas tras el verano, los cambios de temperatura, la disminución de las horas de sol y de luz, etc.
Si tienes acné, seguro que en vacaciones experimentas una mejoría. El sol, ejerce, en un primer momento, un efecto secante y antiinflamatorio sobre los granos y, además, el bronceado los disimula. Pero, ¡ten cuidado!, La exposición solar promueve el engrosamiento de la piel y esto acaba produciendo un efecto rebote tras las vacaciones.
La hidratación es uno de los cuidados de la piel más esenciales, sobre todo en verano. Si tienes dermatitis, vitíligo u otro trastorno de la piel, como el acné, deberás mantener tu piel hidratada y aplicar la protección solar adecuada durante los meses de verano.
La radiación solar tiene ventajas e inconvenientes para las pieles con tendencia acnéica. En el caso del acné estival, el sol, combinado con el uso de cremas de protección solar inadecuadas y una higiene deficiente, es el principal detonante de los brotes.
Dermatólogos alemanes han analizado recientemente la relación entre el déficit de omega 3 y la aparición de acné. Sus resultados ponen de manifiesto la relación estrecha entre el acné y los hábitos alimentarios.
Los probióticos, además de estar asociados a la salud digestiva, tienen muchas ventajas para la piel. De hecho, han empezado a incorporarse como complemento al tratamiento de enfermedades como el acné o la rosácea, entre otras.
El ácido salicílico es un betahidroxiácido (BHA) muy eficaz para tratar la piel grasa o con tendencia acnéica. Cuenta con propiedades antibacterianas y en contacto con el cutis, actúa como exfoliante, haciendo un efecto peeling que ayuda a renovar la piel.
La primavera está asociada a muchas alteraciones de la piel. De hecho, los brotes de acné y dermatitis son más frecuentes en esta época del año.
El acné hormonal es aquel, como su propio nombre indica, vinculado a los cambios hormonales. Habitualmente se produce en la pubertad, sobre todo entre mujeres, y está asociado a la menstruación y/o la menopausia.
Las bajas temperaturas de estos días hacen que tengamos que adaptar los cuidados de la piel, sobre todo si tenemos acné.
Hoy, 13 de enero, se celebra el Día Mundial contra la Depresión, un trastorno mental caracterizado por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza tan asociado a las enfermedades de la piel. De hecho se estima que alrededor del 30% de los pacientes con vitíligo, acné, psoriasis y dermatitis, entre otras patologías, tienen algún síntoma de depresión o ansiedad.
¿Tienes acné o la piel grasa o con tendencia acnéica? En caso afirmativo, la limpieza facial ha de formar parte de tus rutinas de cuidado de la piel. Y ahora, con el uso de regular de la mascarilla para prevenir el Covid-19, aún con más motivo.
El acné leve es uno de los trastornos de la piel más comunes. Afecta a alrededor del 85% de los adolescentes en mayor o menor grado. Pero también al 25% de las mujeres de más de 25 años. Una rutina de cuidados que combine higiene, hidratación y protección solar es fundamental para los casos de acné leve.
El acné es una enfermedad de la piel de tipo inflamatorio que habitualmente mejora en verano con la exposición solar. Concluidas las vacaciones, el estrés de la vuelta a los estudios o al trabajo, sumado al mayor uso de la mascarilla en los espacios cerrados, hace que en la mayoría de los casos empeore.
El sol tiene un efecto antiinflamatorio positivo a corto plazo para las pieles con acné. Eso sí, es imprescindible adoptar una serie de precauciones. De lo contrario, el acné no sólo no mejorará sino que empeorará a medio plazo.