Relación entre la salud mental y las enfermedades de la piel
El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Una celebración que este año va a estar marcada por la Covid-19 En el caso de las personas que padecen enfermedades de la piel como el vitíligo o la psoriasis la probabilidad de sufrir una enfermedad mental es mayor.
Las personas que padecen enfermedades de la piel (vitíligo, psoriasis, dermatitis…) tienen un 20% más de probabilidades de sufrir algún trastorno psiquiátrico. Entre los más frecuentes, depresión y ansiedad.
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Salud Mental el 10 de octubre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido que se incremente la inversión en salud mental.
Precisamente para impulsar la acción pública en todo el mundo, en septiembre ha puesto en marcha una campaña titulada «Acción a favor de la salud mental: invirtamos en ella».
«Ya estamos viendo las consecuencias de la pandemia de COVID-19 en el bienestar mental de las personas- ha señalado el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS-, y esto es solo el principio». «A menos que nos comprometamos seriamente a aumentar la inversión en salud mental ahora mismo, las consecuencias sanitarias, sociales y económicas tendrán un gran alcance».
Enfermedades de la piel y salud mental
Uno de cada tres pacientes que acuden por primera vez al dermatólogo tienen sintomatología ansiosa-depresiva producida por su patología. Así lo constatan desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
En el caso de enfermedades de la piel como el vitíligo, el diagnóstico produce un gran impacto. No hay que obviar que en muchos casos se produce en la adolescencia, una etapa en la que el miedo al rechazo social y su impacto en la autoestima es mayor.
La relación entre las enfermedades de la piel y la salud mental es además bidireccional. El estrés y la ansiedad son consecuencia de la enfermedad en unos casos, mientras que otros casos actúan como detonantes o al menos como factor agravante de los brotes.
Desde la Asociación Española de Pacientes de Vitíligo (ASPAVIT) insisten en la importancia de evitar el estrés y de buscar apoyo psicológico tras el diagnostico. La ayuda profesional puede contribuir a que los pacientes acepten la enfermedad.